EDITORIAL
PROXIMA 36 / COLOMBIA
“Quienes se afilian al sistema de
privilegios de Ciudad Andina están obligados a suscribir un contrato con una
sección llamada Determinación de Vacantes”. Así comienza Ímenez, la gran novela del colombiano Luis Noriega ganadora del Premio
UPC. Ímenez, el ejecutor; Ímenez, el cocinero. Habla de la Cúpula, de los que
viven adentro y de los que viven afuera. La clave está en el sistema de privilegios,
ofrecidos a los de afuera, siempre que acepten la esterilización y la fecha de
caducidad, a los 45. Por supuesto, alguien tiene que hacer cumplir los plazos,
y donde hay prohibición, hay oportunidades de negocios.
Con algún guiño a películas de los años ´70 como Soylen green, con Charlton Heston, Noriega compuso hace veinte años
un thriller de ciencia ficción que es a la vez un policial, una distopía, una feroz
crítica social y a las instituciones, pero sobre todo una excelente pintura del
tipo de relaciones que seguro se establecían entonces y se establecen hoy en
cualquier gran urbe latinoamericana, y lo hizo como probablemente sólo un
latinoamericano puede hacerlo.
No es
casual que el tema de este 9no. año en próxima
sea la ciencia ficción de este continente, ni que lo estemos completando con un
especial de CF colombiana, quizás una de las más frescas e interesantes que se
escriben en este momento. Mientras los límites del género se desdibujan, sus
herramientas siguen siendo las más útiles y versátiles para analizar la
historia reciente y los problemas actuales, para ensayar la prospectiva que
cuestiona, que descree, y en definitiva para tratar de conocernos mejor, tanto
hacia adentro de cada sociedad como a nivel regional. En este intento por
vislumbrar ese futuro en construcción que parece encogerse cada vez más, también
hay algo emparentado con la búsqueda de la identidad.
Por supuesto, tratándose de un ejercicio de la imaginación en el que
realidad y ficción se retroalimentan, el intercambio resulta fundamental: enterarnos
de lo que se está haciendo en diferentes lugares, saber de sus características
y particularidades; compartir impresiones y experiencias con quienes llevan
adelante esos esfuerzos; establecer nuevos lazos y fortalecer los existentes,
conformar redes; todo eso se vuelve sumamente enriquecedor.
En este sentido, creo que son muy importantes experiencias como Pórtico,
Encuentro de Ciencia Ficción, replicado por primera vez en Córdoba después de
tres años de celebrarse en la UNLP, y el Primer Encuentro de Literatura Fantástica
y Ciencia Ficción, realizado en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Nos encontramos, nos reconocemos,
compartimos, aprendemos, para seguir narrando e interviniendo la realidad a
nuestro modo.
Feliz año nuevo.
Laura Ponce
* La imagen es "Bachué y el primer ser humano, en el páramo de Iguaqué", por Luis Carlos Barragán.
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