PROXIMA 26 / Editorial


Hace casi un año, cuando pensamos el cronograma de publicaciones de proxima para el 2015, decidimos que el Ciclo de la Vida sería nuestro arco anual y fuimos definiendo las temáticas para cada uno de los cuatro números que lo conformarían. Nos pareció natural iniciarlo con un especial sobre Extinción / Apocalipsis. Nos pareció natural continuarlo con otro sobre Renacimiento. Y nos pareció natural que éste fuera un número íntegramente realizado por mujeres, una celebración de lo femenino, en el más amplio de los sentidos.
Porque la capacidad de renacer, de recrearse en una fluidez sin fin, como el movimiento lunar de las mareas, como la indetenible parsimonia de la naturaleza, es eminentemente femenina.
 Porque la figura de la mujer es asociada con el misterio de los ciclos y la fertilidad, con la fuerza de la creación, desde los primeros cultos dedicados a la luna en el inicio de la Humanidad.
Porque hoy está más vigente que nunca aquello que dijo Simone de Beauvoir acerca de que mujer no se nace, se hace. La identidad femenina es una construcción social e individual cuyos parámetros están siendo redefinidos.
En el medio, mientras preparábamos este número, pasaron otras cosas. Cosas que me recordaron el cuento de Raymond Carver “Tanta agua tan cerca de casa” y el de Racoona Sheldon “El eslabón vulnerable”. Crímenes espantosos contra mujeres, que fueron vueltas a violar y asesinar por los medios de comunicación en su modo de cubrir la noticia y por los comentarios de gente común que estigmatiza y culpa a las víctimas, que naturaliza y hasta justifica la violencia de género.
La violación es un crimen de odio, no tiene que ver con el deseo sexual sino con el deseo de dominación, de humillar y castigar a quien no puede ser controlad@.
Creo que nuestra tolerancia al horror es una cuestión de proporción. Podemos soportar vivir en una sociedad en la que el agresor es una anomalía monstruosa, pero si comprobamos que muchas de las personas que nos rodean piensan que él tenía derecho a hacerlo y que ella se lo buscó...
Por eso me parece tan importante la marcha bajo la consigna Ni una menos que se celebró este 6 de junio en Buenos Aires y otras cien ciudades de Argentina. Porque pronunciarse públicamente contra el femicidio y la violencia de género puede banalizarse, convertirse en la nueva postura políticamente correcta, pero a veces la gota (de sangre) desborda el vaso y hace mucha falta la visualización y el acto de presencia, la apropiación del espacio público, el vernos y reconocernos como miles que ya no aceptan lo inaceptable, y la comprensión de que no se trata de una lucha sólo de las mujeres sino de todos los que quieran vivir en una sociedad más sana en la que los roles sean menos rígidos y no impliquen la degradación de nadie.
Ojalá podamos lograrlo. Ojalá, todos juntos como sociedad, podamos renacer.

Laura Ponce

* La Chica Próxima es obra de Rocio Celeste Eguía

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