Editorial del Nro. 4

PRIMAVERA


Hace unos días, mirando el contenido de este número antes de cerrar la edición, recordé la tarde lejana en la que el coordinador de un taller literario, a quien yo le había dicho que me interesaba escribir Ciencia Ficción, me respondió: “¿Para qué? No hay nada más que decir sobre eso; es obvio que después de “
2001” el tema está agotado”. Me acuerdo del modo en que la frase me golpeó, me dejó sin palabras; yo sabía que no podía ser cierto, pero lo decía alguien supuestamente autorizado, y como una verdad que no admitía réplica... Volví a casa y me senté frente a la biblioteca, contemplé los casi setecientos volúmenes, muchos de Ciencia Ficción, buena parte de ellos escritos y publicados después de “2001:
A Space Odyssey” (1968), la mayoría dedicados a lo mejor que puede hacer un libro: encender la imaginación, poner la mente en movimiento, incentivar la especulación y empujarnos más allá de los límites de lo conocido. Y al final sonreí, convencida de que lo único obvio era que ese taller no era para mí.

El contenido de este número es clara evidencia de que aquella afirmación de que el tema “estaba agotado” no podía ser menos cierta.

Y también lo es la mera existencia de PRÓXIMA.

Porque esa existencia se sostiene en la convicción de que, además de la rica tradición que la antecede, hay hoy por hoy una interesante y variada producción en la Ciencia Ficción de habla hispana, producción que merece ser difundida y alentada.

Con éste, completamos los cuatro números del primer año, y mirando hacia atrás podemos decir que hemos vivido días interesantes, llenos de desafíos y nuevas experiencias, de asumir riesgos y de confirmar que valía la pena hacerlo; ha habido uno que otro sinsabor, es cierto, pero el saldo final es muy positivo y nuestros anhelos están intactos.

Emprendimos este proyecto con el deseo de generar un espacio nuevo y diferente, con el deseo de llegar a un público distinto y de lograr que cada vez más gente quisiera participar.

Es una alegría ver que, sin prisa pero sin pausa, eso está sucediendo.

Como una primavera, que una vez iniciada no puede volver atrás.

Por esa razón, no se dejen convencer por los que —desde hace mucho, mucho tiempo— vienen profetizando el fin o el sin sentido de esto que tanto nos gusta. La Ciencia Ficción es un modo de mirar y de analizar el mundo y a nosotros mismos, de tratar de entender los cambios y lo que nos depara el futuro, como especie, como sociedad y como individuos.

¿Cómo podría ser un tema agotado?

Lean, piensen, escriban, debatan, mantengan la mente abierta; todavía hay mucho por decir y por hacer dentro de la Ciencia Ficción.

Laura Ponce



6 comentarios:

  1. Y, hay gente que también compra eso de "El fin de la historia". Realmente lo que se estancan son los pueblos que en la actualidad vemos en decadencia, y quienes compran esa realidad. No así los individuos que poseen imaginación propia y salen adelante.

    ResponderEliminar
  2. Qué linda editorial Laura! Me emocionó hasta empañarme los ojos. Qué bueno que nunca te detuviste, que seguiste adelante, y hoy yo pueda acercarme a este mundo que no habría conocido de otra forma.
    Gracias! Te quiero.

    Nanablanca

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Vero. Tus palabras significan mucho para mí :_)

    ResponderEliminar
  4. Quienes me conocen saben de mi irrestricta adhesión a la ciencia ficción como un género con un valor inherente. Sin embargo es verdad que cuando conversamos con estudiosos de la literatura general parece que nos enfrentaramos a un problema de paradigmas. Parece que no estuviesemos hablando el mismo idioma casí.
    Creo el problema radica en que quienes analizan a la ciencia ficción lo hacen desde las mismas variables y parametros que aplican a la literatura general. Lo que por cierto esta bien. Podemos y debemos exigir estandares de calidad narrativa a la ciencia ficción.
    Pero la ciencia ficción es un género que en su evolución histórica a producido variables y parametros propios, y que son extremadamente valorados por el lector y el estudioso del género, y que no tienen ningún mérito fuere de este.
    Este es un ejercicio tremendo de independencia y autonomia que tiene la ciencia ficción: no conozco otro género literario que tenga tanta capacidad propia para definir lo que es bueno o malo, y de ser tan indiferente a las opiniones venidas del resto del mundo literario. Y atención, que esto se expresa en el mercado y por lo tanto no es solo una distinción filosófica.
    Por lo tanto pienso que un crítico de literatura general podrá evualar aspectos formales de la ciencia ficción, pero solo un crítico de ciencia ficción podrá fundamentar realmente el valor de una obra para el público y mercado de la ciencia ficción. En la práctica,el New York Times podrá decir lo que quiera de la última novela de CF, pero me importa mucho más lo que diga Locus.
    Así que frente a la afirmación de tú profesor, y más allá del chauvinismo, yo podría encontrarle la razón. Quizas para la literatura general la CF no tiene mucho que aportar, quizas nunca lo ha hecho. Pero por lo mismo somos un género independiente y en nuestro público y nuestro mercado todavia tenemos mucho que hacer.
    Por otro lado sin embargo, está en un error. La CF siempre ha sido una beta de donde muchos autores de literatura general, reconociendolo o no, han sacado mucho material, no solo en términos de ideas argumentales, sino ademas en estilos y tácticas narrativas. Desde Huxley y Orwell hasta Dan Brown o Saramago.
    Saludos y felicitaciones.

    ResponderEliminar
  5. Hola, Rodrigo. Antes que cualquier otra cosa: gracias por pasar por el blog y por dejar este comentario. Me parece un tema muy interesante para analizar :-)
    Respondiendo a lo que decís, no estoy tan de acuerdo.
    Validar el hecho de que sólo los "conocedores" pueden apreciar la CF es una actitud que nos automargina, que nos condena a la endogamia.
    Es cierto que, como cualquier producto especializado, será mejor apreciado por quien conozca del tema (un buen vino, una obra de arte, etc; Dostoievski tampoco es para cualquiera) pero las obras de auténtica calidad trasciende esas fronteras.

    Un beso
    Laura

    ResponderEliminar
  6. Estimada Laura:

    Huy, este tema que ya ha sido revisado en innumerables foros nos podría conducir a una larguisima discusión. Pero no puedo dejar de discrepar sobre tú afirmación "las obras de auténtica calidad trascende esa forntera".
    Es lo fácil y básico lo que trasciende. Solo el conocedor puede apreciar lo verdaderamente nuevo y bello bajo el sol.
    En CF lo que trasciende es Asimov, Bradbury, Clarke, Heinlein. El conocedor probablemente sabrá que existen muchos otros autores y apreciara en mucha mayor estima a algunos de ellos que a los mencionados. Y lo mismo pasa con culquie prroducto especializado, como dices. La calidad se queda dentro de la élite de conocedores, el producto dirigido a las masas por naturaleza es de un estandar menor.
    Otro ejemplo al alcance de mi mano es la opera. Mi madre, fanática incondicional, insiste en que Domingo y Pavarotti no son malos, pero ninguna maravilla. Ela escucha a otros tenores, mucho más desconocidos, pero que según ella al menos son mucho mejores.
    Sobre la endogamia en CF... uno puede validarla o no, pero más allá de alguna tendencia puntual y pasajera, es un hecho verficable en el mercado y que existe independientemente de nuestros deseos o validaciones.
    Por supuesto todo lo anterior representami humilde opinión.
    Saludos afectuosos.

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.